sábado, 5 de julio de 2014

Un sinsentido constante.

Primero: un circuito roto, cables de todos los colores por todos lados y enredados, un sin sentido.
   Intentas arreglarlo y te da un chispazo, te electrocutas.

Segundo: que veloz es el tiempo y que irreal. Crees estar agarrándolo con las manos y es él quien te tiene agarrado por el cuello.
   Tic-tac constante y mudo.

Tercero: detesto el olor a enfermedad y los sitios que la rodean, detesto las palabras vacío, orfandad y sobretodo soledad, detesto los días en que ni siquiera me quiero a mí misma,
   detesto cuando te vas.